lunes, 11 de mayo de 2009


JUAN MARSÉ .... y Olé

"Me estaba refiriendo a nuestros años de incienso y plomo bajo el palio de la luz crepuscular...
(...) hay que acotar nuevas parcelas de la memoria, hacer mas denso el laberinto, cuidando, pues, de dejar una traza de hilo, como hizo Teseo aquella vez, para poder volver al exterior, y contarlo.
Sobre todo, en lo que a mi respecta, persistir en la búsqueda de algo, que nunca he sabido definir, pero que tiene que ver, por encima de cualquier otra finalidad, con alguna forma de belleza."
(Juan Marsé.-Discurso. PREMIO CERVANTES 2009)






Sabemos que el olvido y la desmemoria forman parte de la estrategia de vivir, tanto en la sociedad civil como en los estamentos del poder, sabemos que hablar de ello en nuestros días conlleva para muchos, todavía, una carga de dolor y resentimiento, suspicacias y malentendidos. "la memoria nos construye como seres morales", escribe José Carlos Mainer, y añade: "pero también sabemos que es un hecho privado y mudable, fantasioso y mendaz". Hay una memoria compartida, que no debería arrogarse nadie, una memoria que fue durante años sojuzgada, esquilmada y manipulada. En la calle y en los papeles las palabras vivían bajo sospecha, muchas cosas parecían no tener nombre, porque nadie jamás se atrevía a nombrarlas, otras se habían vuelto decididamente equívocas y apenas podía uno reconocerlas. Las palabras acudían medrosas por el expolio y el descrédito, sometidas a la censura y al escarmiento, o destinadas a la impostura, de pronto perdían su referente enmascaraban su verdadero sentido y cambiaban de significado.

(Juan Marsé.- Discurso Premio Cervantes 2009)




miércoles, 6 de mayo de 2009



(...)hasta que vinieron en mi ayuda estos versos de Antonio Machado:

En los Labios de niños
las canciones llevan
confusa la historia
y clara la pena.

(Discurso de Juan Marsé. Premio Cervantes)